El Día Internacional de las Mujeres Rurales es una oportunidad para reconocer y celebrar la invaluable contribución de las mujeres que viven en las zonas rurales a las sociedades, ellas, de generación en generación, han transmitido el patrimonio cultural inmaterial, un legado que enriquece nuestra identidad y nos enlaza con nuestras raíces.
Las mujeres rurales son depositarias y transmisoras de tradiciones, costumbres, saberes ancestrales y expresiones artísticas únicas. Desde la cocina tradicional hasta las artesanías, pasando por los rituales y las lenguas indígenas, las mujeres rurales han sido las forjadoras de la transmisión de este rico legado cultural. Sus conocimientos sobre plantas medicinales, técnicas de cultivo, elaboración de textiles y preparación de alimentos han sido fundamentales para la supervivencia de sus comunidades y han moldeado la identidad cultural de muchas regiones.
A pesar de su importancia, las mujeres rurales enfrentan numerosos desafíos que ponen en riesgo tanto su bienestar como la preservación del patrimonio cultural inmaterial. Entre estos desafíos destacan:
- Desigualdad de género: Las mujeres rurales a menudo carecen de a la tierra, a la educación, a servicios básicos y a oportunidades económicas, lo que limita su empoderamiento y su capacidad para participar en la toma de decisiones.
- Vulnerabilidad económica: En el ámbito rural, las mujeres enfrentan barreras estructurales que limitan su autonomía económica. El desigual a la tierra, al crédito, a la tecnología y a la educación, sumado a la falta de reconocimiento de sus aportes económicos, las coloca en una posición de desventaja y las expone a mayores riesgos de pobreza y exclusión social.
- Cambio climático: El cambio climático afecta a las mujeres rurales, quienes dependen de los recursos naturales para su subsistencia. La pérdida de biodiversidad, la desertificación y los fenómenos meteorológicos extremos ponen en peligro sus medios de vida.
Es así como, desde el CRESPIAL creemos que para promover el desarrollo de las mujeres rurales y garantizar la protección del patrimonio cultural inmaterial, es necesario:
- Reconocer y valorar el papel de las mujeres rurales como guardianas del patrimonio cultural inmaterial.
- Promover la igualdad de género en las zonas rurales, garantizando el de las mujeres a la tierra, a la educación, a la salud y a la justicia.
- Fortalecer las organizaciones de mujeres rurales para que puedan ejercer sus derechos y participar en la toma de decisiones.
- Incorporar la perspectiva de género en las políticas públicas relacionadas con el patrimonio cultural y el desarrollo rural.
- Apoyar la transmisión intergeneracional de conocimientos tradicionales y promover la participación de las jóvenes en la preservación del patrimonio cultural.
- Garantizar el de las mujeres a los recursos productivos y a las oportunidades de desarrollo económico.
Las mujeres rurales son un pilar fundamental para la viabilidad del patrimonio cultural inmaterial y para el desarrollo sostenible de nuestras sociedades.